La artillería naval es el conjunto de armas de guerra de un buque pensadas para disparar a largas distancias empleando una carga explosiva impulsora.

Modernización Buques de Asalto Anfibio L-51 Galicia y L-52 Castilla:
La modernización de los buques de asalto anfibio, tipo LPD (Landing Platform Dock), forman parte del esfuerzo por mantener a estas unidades clave plenamente operativas y adaptadas a las nuevas exigencias tecnológicas y operacionales del siglo XXI. Ambos buques pertenecen a la clase Galicia, diseñadas en los años 90, están basada en el diseño del buque holandés HNLMS Rotterdam (clase Enforcer), y son fundamentales para las capacidades de proyección de fuerza, ayuda humanitaria y apoyo logístico de la Armada.
Ambos buques comparten características similares, aunque el «Castilla» tiene algunas modificaciones por su rol como plataforma de mando de la OTAN.
Contexto y objetivos de la modernización:
Necesidad de actualización:
Los buques, en servicio desde 1998 “Galicia” y 2000 “Castilla”, se enmarca en la prevista modernización de media vida coincidiendo con el hecho de que han superado los 25 años de uso continuado. La modernización busca garantizar su operatividad entre 12 y 15 años más, adaptándolos a tecnologías actuales y futuras amenazas.
Inversión:
Se estima un coste inferior a 100 millones de euros, pendiente de aprobación por el Consejo de Ministros.
Plazos:
Actualmente lo que se pretende, es que el proceso de modernización se inicie en 2026, siendo la idea principal de modernizar toda la parte de tecnología, los equipos electrónicos, tanto de plataforma como de sensores, que se han ido operando con tecnología de los años 2000 y reemplazarlos por equipos actuales, contando que la modernización acabe en 2028.
Motivación:
Sistemas obsoletos, como comunicaciones de los años 80 y la necesidad de integrar capacidades de ciberseguridad y guerra electrónica
Capacidades estratégicas:
Ambos buques forman parte del Núcleo Anfibio y de Proyección, esenciales para operaciones de desembarco, ayuda humanitaria y misiones OTAN. El Castilla actúa además como plataforma de mando para cuarteles generales marítimos de alta disponibilidad.
Mejora de Capacidades, potenciando sus funciones como buque de asalto anfibio, plataforma de mando y control, y buque hospital.
Áreas de modernización:
Sistemas tecnológicos:
Sistema de Combate, Comunicaciones y navegación:
Actualización del núcleo del sistema de combate, incluyendo consolas, software y capacidad de procesamiento para integrar nuevos sensores y armas. A menudo se instala una versión modernizada del sistema SCOMBA (Sistema de Combate de los Buques de la Armada).
Sustitución de sistemas de mando y control por versiones más modernas y compatibles con estándares OTAN.
Actualización de los sistemas de comunicaciones seguras tanto voz como datos, enlaces por satélite (SATCOM) y sistemas. Sistema de gestión de combate C2 y C4ISR interoperable OTAN, con enlaces de datos tácticos Link-11/Link-16/Link-22.
Modernización o sustitución de radares de navegación, aéreos, y de superficie, así como sistemas de guerra electrónica (ESM/ECM), y sistemas optrónicos.
Instalación de sistemas CIS (Communications and Information Systems) de nueva generación.
Control de misión anfibia, con embarcaciones, operaciones aéreas y fuerzas embarcadas.
Actualización de radares de banda I/F, sistemas de guerra electrónica, como el ALDEBARAN y sensores para operaciones nocturnas.
Mejora en los sistemas de comunicaciones satelitales y redes seguras.
Actualización de sistemas GPS, AIS y otras ayudas a la navegación.
Ciberseguridad:
Protección contra amenazas digitales, críticas en escenarios modernos.
Integración de vehículos no tripulados:
Aéreos (UAV) y navales (USV), para ampliar capacidades de reconocimiento y logística.
Infraestructura y habitabilidad:
Redistribución de espacios para optimizar el rol del “Castilla”, como buque de mando, incluyendo áreas de trabajo y habitabilidad del Estado Mayor.
Instalaciones Hospitalarias (Role 2E), mejorando y actualizando las capacidades médicas a bordo, que son una de las características destacadas de estos buques, y mejoras en el hospital del “Castilla”, que cuenta con 2 quirófanos, UCI y laboratorios, vitales en misiones humanitarias.
Rediseño de compartimentación con materiales ignífugos y antibacterianos.
Habitabilidad y Servicios, muy necesaria las mejoras en las condiciones de vida para la dotación y las tropas embarcadas.
Modernización de sistemas HVAC con control digital de temperatura y calidad del aire.
Propulsión, Sistemas Auxiliares y plataforma:
Revisión, evaluación y posible sustitución u overhaul de motores Bazán–B&W 16V 32/40. y sistemas eléctricos para garantizar eficiencia energética y reducir costes operativos
Reacondicionamiento de líneas de ejes, engranajes reductores, y hélices de paso variable.
Sustitución o revisión integral de motores principales y generadores diésel.
Modernización de los sistemas que monitorizan y controlan la propulsión, generación eléctrica, control de daños, etc.
Posible implementación de sistemas de propulsión asistida eléctrica POD o HED para eficiencia en navegación económica.
https://proyectosnavales.com/2015/10/07/azipod-mermaidpod-esipod-y-otros-pods/
Automatización de cuadros eléctricos de distribución y generación de 400/115 V.
Sustitución de plataformas PLC/SCADA para gestión energética, servicios auxiliares y alarmas.
Sustitución de grupos electrógenos auxiliares diésel-alternadores, por unidades de baja emisión y mayor rendimiento.
Posible integración de sistemas híbridos o de ahorro energético.
Sistemas de autoprotección:
Instalación de sistemas de guerra electrónica más avanzados.
Montaje de pequeño calibre, operado por estaciones remotas de armas (RWS) como por ejemplo un Sistema Sentinel 20 de Escribano, que incorpora un cañón de 20mm Oerlikon KAA adaptable a 25mm., evitando la sobreexposición de personal en cubierta.
Mejora de las capacidades de defensa antimisil (Close-In Weapon Systems – CIWS), tipo SEARAM, aunque limitada por espacio y peso.
Sistemas de contramedidas y señuelos electrónicos, s tipo SKWS (Soft Kill Weapon System) con capacidad para Chaff, Flare y señuelos activos como MASS o NGDS.
Modernización de capacidades anfibias y aéreas:
Mejora de la capacidad de transporte y desembarco, para permitir a los buques realizar operaciones de asalto anfibio más efectivas y versátiles.
Refuerzos en cubiertas de vuelo y hangares para operar con helicópteros modernos como el NH90 o drones VTOL.
Instalación de ILS (Instrument Landing System) táctico naval y sistemas de guía visual NVG-compatible.
Adecuación de las cubiertas y diques para embarcaciones de desembarco más modernas como LCMs actualizadas.
Automatización de compuertas y sistema de bombeo con control digital remoto desde el CCO.
Instalación de sistema de manejo de aeronaves con railes y grúas reforzadas en el hangar, así como un sistema de extinción de incendios por niebla de agua y recubrimiento intumescente.
Ejecución y cronograma:
Duración:
Cada buque requerirá 18 meses de trabajos, realizados secuencialmente para no comprometer la disponibilidad operativa.
Proveedores:
Navantia, fabricante original, lidera los planes técnicos, incluyendo pruebas de integración de nuevos sistemas.
Plazos:
Se espera una decisión rápida para iniciar las obras en 2025, con el objetivo de completar la modernización antes de 2030.
Impacto estratégico y futuro:
Interoperabilidad OTAN:
La modernización refuerza el papel de España en operaciones aliadas, como la SP HRF (M) HQ, donde el Castilla sirve como cuartel general móvil.
Preparación para sustituciones:
Aunque la vida útil se extenderá hasta 2035-2040, la Armada ya planea su reemplazo por nuevas unidades anfibias hacia finales de la próxima década, posiblemente basadas en diseños LHD o evoluciones de la clase Juan Carlos I.
Sinergias con otros programas:
Este proyecto se enmarca en la Visión 2050 de la Armada, que prioriza tecnologías como inteligencia artificial, computación cuántica y sistemas autónomos para mantener una flota «ágil y decisiva».
Beneficios de la modernización:
Mayor capacidad operativa:
Los buques podrán realizar misiones más complejas y exigentes.
Mayor durabilidad:
Los buques podrán seguir operando de forma eficiente durante más tiempo, reduciendo los costos de mantenimiento y reemplazo.
Mayor flexibilidad:
Los buques podrán adaptarse a nuevas amenazas y escenarios de guerra.
Mayor seguridad:
Los buques estarán mejor protegidos contra posibles amenazas.
Mayor contribución a la defensa nacional:
Los buques seguirán siendo una pieza clave de la Armada Española, contribuyendo a la seguridad y la defensa del país.
Desafíos y retos de esta modernización:
Obsolescencia tecnológica acumulada:
Problema:
Muchos de los sistemas de a bordo datan de los años 90, con arquitectura electrónica y software que no permiten integración directa con tecnologías actuales.
Riesgo:
El salto tecnológico puede requerir reingeniería profunda del cableado, buses de datos y arquitectura eléctrica, lo que incrementa costes y plazos. Como ejemplo se podría decir que al sustituir un radar no es solo cambiar un sensor, sino adaptar los sistemas de alimentación, refrigeración, montaje estructural y procesamiento de datos.
Compatibilidad e interoperabilidad OTAN:
Problema:
España necesita asegurar que los buques sean interoperables con fuerzas OTAN en 2035-2045.
Riesgo:
La modernización puede quedar desalineada con los estándares STANAG futuros, como el uso extendido de Link 22 o la integración con redes C4ISR multinacionales.
Solución parcial:
Implementar diseño modular abierto (Open Architecture Combat Systems) para permitir upgrades progresivos.
Limitaciones físicas y estructurales del casco:
Problema:
El diseño base del Galicia no fue concebido para operar sistemas modernos de CIWS pesados o UAV grandes.
Riesgo:
Restricciones de espacio, peso y centro de gravedad limitan la incorporación de armamento avanzado o hangares ampliados, como ejemplo se puede decir que instalar un sistema CIWS SEARAM requeriría refuerzos estructurales y redistribución de cargas para no comprometer estabilidad.
Integración de sistemas dispares:
Problema:
Se busca integrar equipos de distintos fabricantes como de Navantia, Indra, Thales, GMV, etc.
Riesgo:
Pueden surgir incompatibilidades en software, protocolos de comunicación y mantenimiento.
Mitigación:
Uso intensivo de plataformas de simulación e integración temprana en tierra (land-based integration facility).
Gestión de la seguridad Ciber y CEM (EMSEC):
Problema:
La digitalización del buque incrementa la superficie de ataque cibernético.
Riesgo:
Fallos en la ciberseguridad pueden inutilizar nodos de combate, navegación o comunicaciones.
CEM adicional:
La coexistencia de nuevos equipos electrónicos puede provocar interferencias (EMI/EMC).
Solución:
Auditorías C4ISR por equipos CERT y testeo de compatibilidad electromagnética según MIL-STD-461/464.
Retos logísticos y de mantenimiento futuro:
Problema:
Sustituir equipos viejos genera doble cadena logística durante el periodo de transición entre viejo y nuevo sistema.
Riesgo:
Incremento de costes y carga sobre el personal técnico a bordo.
Requisito:
Formación técnica avanzada en IPMS, sistemas de combate, sensores y autoprotección.
Duración de los trabajos y disponibilidad operativa:
Problema:
El calendario de modernización podría dejar fuera de servicio a ambos buques durante años.
Riesgo:
Vacío de capacidad anfibia en el marco de compromisos internacionales como NRF, UE o misiones OTAN/OTV.
Solución parcial:
Escalonar modernizaciones, uno operativo mientras el otro entra en astillero, como siempre se hizo, o recurrir a alianzas para capacidades de reemplazo temporal.
Presupuesto, inflación y desviaciones de coste:
Problema:
El presupuesto aprobado inicialmente puede quedar desfasado por inflación, problemas de suministro o cambios en especificaciones.
Riesgo:
Paralización o reducción del alcance de la modernización, lo que dejaría el programa incompleto, como por ejemplo la inclusión tardía de un nuevo sistema de guerra electrónica puede disparar el coste total en 15-20%.
Adaptación doctrinal y formación de dotaciones:
Problema:
La dotación debe operar un buque tecnológicamente transformado.
Riesgo:
Sin un programa de formación y adaptación doctrinal coordinado, se degrada la eficacia operativa.
Solución:
Ciclo de adiestramiento y validación tipo FOST (Flag Officer Sea Training) adaptado al nuevo perfil del buque.
Conclusión:
La modernización del Galicia y Castilla no solo prolonga su vida útil, sino que los adapta a desafíos contemporáneos como la guerra híbrida y las crisis humanitarias. Con un enfoque en ciberseguridad, vehículos no tripulados y capacidades de mando, estos buques seguirán siendo pilares de la proyección estratégica española en el Mediterráneo y aguas globales.